Contratos Inteligentes
El destino y la prevalencia de los contratos inteligentes es realmente prometedor.
Esto es así, en gran medida, debido a las particularidades que ofrecen los smart contracts, como su inmutabilidad y su almacenamiento distribuido, que han fomentado la confianza en el mundo de los negocios y las nuevas tecnologías.

Tecnología Blockchain y Contratos Inteligentes
Los contratos inteligentes (smart contacts en inglés) son almacenados en la cadena de bloques.
Eso hace posible, entre otras cosas, llevar a cabo trámites u operaciones financieras de diversa índole sin tener que consignar infinidad de requisitos innecesarios, que podrían fácilmente simplificarse.
En este sentido, la naturaleza de los contratos inteligentes es muy diferente a la que tienen los tradicionales, ya que estos últimos pueden estar sujetos a modificaciones por medio de acciones de carácter legal o resoluciones por parte de los entes involucrados en las respectivas negociaciones.
Blockchain Network




Seguros
Resulta prácticamente imposible modificar los registros de la cadena de bloques.
Inmutables
Una vez subido a la red blockchain, el contrato no puede ser modificado. Eso minimiza la incertidumbre y aumenta la confianza.
Públicos
El código de los contratos es público y puede ser consultado por cualquiera, con total transparencia.
Descentralizados
Utilizan un sistema descentralizado, cosa que proporciona numerosos beneficios.
Historia de los smart contracts
Vamos a hablar un poco sobre el origen de este concepto, algo abstracto para muchos, y conocer un poco mejor su historia.
¿Cómo aparece el concepto de contratos inteligentes? ¿Quién los creó?

Los contratos inteligentes fueron definidos por primera vez aproximadamente en el año 1993 por el jurista y criptógrafo estadounidense Nicholas Szabo, más conocido como Nick Szabo, quien se graduó en la Universidad de Washington el 1989 en la especialidad de ciencias de la computación (un equivalente a la ingeniería informática).
La publicación donde Nick hacía referencia a los smart contracts por primera vez recibió el título de “Formalizar y asegurar relaciones en redes públicas”.
En sus planteamientos concebía la idea de que software y hardware pudiesen tener una interacción automática con personas para poder cumplir diferentes tipos de tareas.
Sin embargo, para esa época todo se quedó en teorías porque no existía una infraestructura tecnológica que permitiera hacer realidad los contratos inteligentes. Estos requerían de transacciones programables, así como un sistema financiero que pudiera reconocerlas.
En este sentido, tendrían que transcurrir algunos años para que en el 2009, con la aparición del bitcoin y la tecnología de Blockchain o cadena de bloques, comenzaran a instaurarse los contratos inteligentes.
Los contratos inteligentes y Bitcoin
Los contratos inteligentes de Bitcoin se ejecutan por defecto y de una forma transparente una vez que han sido creados. Con respecto a los contratos de distribución, estos permiten generar acuerdos entre las personas mediante la tecnología de Blockchain.
Con el bitcoin se puede programar el dinero y darle lógica. Esta es una tecnología única en su clase, con la que se pueden solucionar algunos inconvenientes que se pueden generar actualmente, e incrementar a través de todo el proceso el nivel de confianza en el que se desarrolla la interacción.
Al valerse de la tecnología del bitcoin, los contratos inteligentes han propiciado que esta criptomoneda haya captado mayor atención de diferentes empresarios, inversores y usuarios en general, que han pasado a formar parte de este ecosistema.
Por estas razones, las transacciones de bitcoin pueden hacerse mediante la implementación de una cadena de bloques que cuenta con un lenguaje propio en el que estas operaciones financieras contendrían un conjunto de instrucciones inmutables que aportan seguridad en todos los sentidos.
Pero no sólo el bitcoin trabaja bajo una red blockchain, el resto de tokens y criptomonedas que han ido apareciendo a lo largo de estos años también se benefician de esta tecnología.
TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE LOS SMART CONTRACTS
EL FUTURO DE LOS CONTRATOS INTELIGENTES

Los smart contracts tienen más alcance de los que se han planteado actualmente, ya que por su naturaleza ofrecen multitud de posibilidades que pueden resultar en un cambio de paradigma.
Estos programas van a convertirse en uno de los elementos vitales de muchos negocios y empresas, contribuyendo en la optimización de muchos procesos para hacerlos más eficientes, y concebir transformaciones digitales con las cuales podrán incrementar su rentabilidad y ofrecerles mejores experiencias a los usuarios.
Desde aspectos relacionados al trámite de documentos de carácter oficial, hasta la solicitud de servicios, o la compra de productos a través de Internet, por medio de los contratos inteligentes estos procedimientos serán más fáciles, rápidos y seguros.
En este sentido, en la medida que los contratos inteligentes se implementen en más procesos de la vida diaria y diferentes ámbitos comerciales, se van a reducir los riesgos de que los usuarios puedan ser víctimas de algún tipo de fraude electrónico o incluso el robo de identidad digital.
Esto puede pasar debido a que cualquiera puede crear un contrato inteligente, y aunque sea inmutable, puede programar puertas traseras (back doors) que podrían pasar por alto a algunos usuarios.
No debemos olvidar que el código de los contractos es público y puede revisarlo quien lo desee. No obstante, no todo el mundo es capaz de entenderlo, ya que requiere de conocimientos de programación.
Eso podría parecer una barrera a la hora de garantizar la integridad y fiabilidad de un contrato, pero ante esta nueva demanda, están apareciendo cada vez más nuevas empresas especializadas en el testeo, validación y verificación de los contratos. Estas empresas ofrecen auditorías de smart contracts.
Por otro lado, es importante revisar cuidadosamente todo el código del contrato antes de publicarlo en la cadena de bloques, ya que no se podrá modificar.
En definitiva, al elaborar contratos inteligentes es necesario asegurarse de planificar detalladamente todos los servicios, plazos y compensaciones y estudiar los posibles casos que puedan producirse en el futuro para anticiparse a posibles fallas que no podrían corregirse.